Imagina ese momento en que tuviste que empacar todo. Un desastre, sin duda. Papeles, ropa, trastos... todos desparramados. Y la vajilla frágil que amenaza con quebrarse sola. De repente, aparecen ellas: las cajas de plástico. Contenedores sólidos y prácticos, que de inmediato traen orden al desmadre. Son como ese amigo